Un plan secreto elaborado por el servicio de seguridad de Rusia, el FSB, establece opciones detalladas para desestabilizar Moldavia.
Este plan tiene incluido el apoyo a grupos prorrusos, la utilización de la Iglesia Ortodoxa y la amenaza de cortar el suministro de gas natural.
El documento parece haber sido redactado para frustrar la inclinación de Moldavia hacia Occidente, que incluye relaciones más estrechas con la OTAN y una solicitud para unirse a la Unión Europea. Se refiere repetidamente a la importancia de evitar que Moldavia se una a la OTAN.
El plan fue obtenido y divulgado por primera vez por un consorcio de medios, incluidos VSquare y Frontstory, RISE Moldova, Expressen en Suecia, el Dossier Center for Investigative Journalism, Yahoo News y Delfi.
El documento establece una estrategia de 10 años para llevar a Moldavia, una ex república soviética ubicada entre Ucrania y Rumania, dentro de la esfera de influencia de Rusia.
El plan incluye hacer que Moldavia dependa de las importaciones de gas ruso y provocar conflictos sociales, además de tratar de bloquear los esfuerzos de Moldavia para ganar influencia en la región separatista prorrusa de Transnistria, donde están estacionados unos 1.500 soldados rusos.