La orca, que tendría unos 57 años de edad, también era conocida como Toki, por el nombre nativo americano de Tokitae. Se consideraba la orca que más años llevaba viviendo en cautividad. Como revela la página Save Lolita, cuando la orca tenía unos 4 años fue capturada, apartada de su madre en Puget Sound y vendida al Miami Seaquarium, donde la colocaron en un tanque de 35 pies de ancho y la rebautizaron como Lolita.
“El 8 de agosto de 1970, en las aguas de Puget Sound en el estado de Washington, un grupo de pastores de orcas, encabezados por Ted Griffiths y Don Goldsberry, atacaron y acorralaron a una manada de orcas. Utilizando lanchas rápidas, un avión y lanzando explosivos en el agua, obligaron a las orcas a entrar en Penn Cove. Las orcas juveniles fueron separadas de sus madres, ya que los bebés eran los principales candidatos para ser vendidos a acuarios, mientras que las orcas adultas fueron liberadas y libres para irse”, explica la página citada antes.
Sin embargo, amplía, “la manada de adultos no dejaba a sus crías y se negaba a nadar libremente, emitiendo gritos parecidos a los de los humanos, hasta que sacaron al último bebé del agua para no volver nunca más. Una orca adulta y cuatro crías murieron durante esta captura. La industria, en un intento por ocultar al público las muertes de las orcas, instruyó a los pastores a abrir los vientres de los animales muertos, llenarlos con rocas y hundir a las criaturas con anclas, con la esperanza de que nunca fueran descubiertas”.
Y acota que “debido a la gran cantidad de capturas violentas de orcas por parte de la industria de parques marinos en las aguas del estado de Washington, se eliminó toda una generación de orcas y, como resultado, esta población de orcas ahora se considera una especie en peligro de extinción”.