De acuerdo con la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, en Colombia hay cerca de 36 empresas de seguridad que ofrecen servicio de blindaje, un negocio que ha venido ganando terreno durante los últimos años pese a la crisis mundial del sector automotriz y que hoy factura alrededor de 300 mil millones, un crecimiento del 11% respecto a 2018.
Expertos de Neostar Seguridad de Colombia LTDA, la empresa más importante a la fecha en el sector y quien pasó de facturar 31mil millones de pesos en el año 2017 a 92mil millones en el 2020, aseguran que los altos niveles de inseguridad en algunas zonas de Colombia y el hurto a vehículos son algunas de las razones que ha llevado a muchos a buscar nuevas alternativas para protegerse.
Se calcula que en el país se blindan entre 1.800 y 2.000 carros al año y solo en Bogotá, durante 2021 se fortificaron 2.729 automóviles, sin mencionar el número de vehículos de entidades públicas que requieren constantemente de estos servicios como lo son la Unidad Nacional de Protección.
De hecho, si bien usualmente se requieren permisos especiales para esta labor, en el caso del blindaje Nivel I y II, que protege contra armas cortas, 9mm, magnum 357 y ofrece vidrios antivandálicos, no son necesarios.
Esto, sumado a las innovaciones en el sector con materiales ultralivianos de protección, la desvirtuación de mitos alrededor del blindaje relacionados con una supuesta pérdida de funcionalidad, la eliminación de la garantía del carro y precios más accesibles, han propiciado que el blindaje deje de considerarse una opción para personajes públicos y personas amenazas, sino una alternativa de protección para el ciudadano del común.
Sin embargo, Neostar Seguridad de Colombia LTDA asegura que tienen actualmente varios retos de cara a los siguientes años, pues la industria del blindaje sigue siendo muy manual y por ahora, son difíciles los procesos de ensamblaje de manera industrial, muy necesarios para atender la creciente demanda en el país.